El SAS y el arte de vender humo

Si eres sanitario en Andalucía, como yo, sabrás que leer las noticias sobre el Servicio Andaluz de Salud (SAS) es como ver una película de ciencia ficción: los efectos especiales son increíbles, pero la trama no se la cree nadie.

El Consejo de Gobierno se ha puesto la medalla anunciando la Oferta de Empleo Público (OEP) de 2025 con 10.289 plazas. Suena a música celestial: que si el 120% de tasa de reposición, que si para finales de 2026 el 96% de la plantilla estará estabilizada... Todo muy bonito en el papel de la Junta de Andalucía. Pero los que estamos a pie de cama, en las plantas de los hospitales o en las consultas de primaria, sabemos que los números, si no van acompañados de realidad, son solo eso: números.

Mucha plaza, pero el bolsillo (y la plantilla) tiritando

Nos dicen que habrá 2.558 plazas para Enfermería. Vale, genial. Estabilizar es necesario, faltaría más, después de años de encadenar contratos basura y vivir pendientes de una bolsa de empleo que funciona peor que una escopeta de feria. Pero vamos a lo importante: ¿de qué sirve estabilizar si seguimos siendo los parientes pobres de España?

Andalucía sigue a la cola del gasto sanitario por habitante. 1.764 euros por cabeza, por debajo de la media nacional. Es de chiste. Invierten "récord" de dinero, pero las listas de espera son inasumibles y nosotros estamos al límite. No es solo que falte gente; es que la que hay está quemada, mal pagada y desbordada.

El truco de la "nueva bolsa" y el éxodo

Presumen de un acuerdo con sindicatos como Satse para una bolsa de empleo "más ágil". Habrá que verlo para creerlo, porque hasta ahora, gestionar los méritos en el SAS ha sido más difícil que entender el final de una película de Christopher Nolan.

Y mientras nos venden el paraíso de la estabilización, la realidad se filtra por las costuras: el 40% de los médicos del SAS ya compaginan su plaza con la privada. ¿Por qué será? Quizás porque el sistema público, tal y como está montado ahora, expulsa al profesional. Nos exige el 200% a cambio de una gestión que prioriza la estadística sobre la salud real.

La principal preocupación de los andaluces (y con razón)

No lo digo yo, lo dicen las encuestas de este último trimestre de 2025: la sanidad ya es la principal preocupación de los andaluces, por encima incluso del paro. La gente no es tonta. Los pacientes ven que las citas no llegan, que las urgencias están colapsadas y que su enfermero de referencia tiene una cara de cansancio que asusta.

Señores de la Junta, las 10.000 plazas están muy bien y son una victoria de la presión sindical, pero no borran la realidad de unos hospitales que funcionan por la inercia y el sacrificio de los que llevamos el pijama puesto. Menos anuncios oficiales en Jerez o Valme y más inversión real en el día a día.

Porque estabilizar no es solo dar una plaza fija; es dar condiciones dignas para que no queramos salir huyendo a otra comunidad en cuanto tengamos la oportunidad.

Menos propaganda y más sanitarios de verdad. Que ya nos conocemos el truco.

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